La pesca puede ser sostenible

Canarias7

Como cada año, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO, ha presentado el Examen del estado de los recursos pesqueros marinos mundiales 2025. Estos Informes los ha presentado anualmente desde principios del decenio de 1970 y vienen a ser la base para orientar la pesca mundial hacia la sostenibilidad, respaldando la toma de decisiones fundamentadas e influyendo en la formulación de políticas específicas.

La información recogida es el conjunto más representativo de la situación real de los recursos pesqueros globales, para lo que se han movilizado más de 650 expertos y más de 200 instituciones de 90 países.

El aumento del esfuerzo para atender la situación ha sido importante, formando la serie histórica más robusta disponible desarrollada sobre una tendencia sostenida de mejora metodológica, que se concreta este año de forma particular, por incluir la información sobre sostenibilidad biológica de 2.570 poblaciones de peces, lo que ha supuesto un aumento notable en los detalles de las comparaciones respecto a las anualidades anteriores, en que se evaluaban 500 especies.

Se señala en el Informe que: “La pesca forma parte sustancial del necesario desarrollo de sistemas alimentarios acuáticos sostenibles y resilientes, que contribuyan de forma significativa a la seguridad alimentaria, a la nutrición y medios de vida para una población creciente en el conjunto del planeta”.

Los primeros datos globales dan una imagen muy potente, como es la confirmación de que el 64,5% de todas las poblaciones de peces están explotados dentro de los límites de la sostenibilidad biológica (el 35,5% restante están siendo sobreexplotadas), aunque cuando se consideran los niveles de producción se constata que es el 77,2% de los desembarques mundiales los que proceden de poblaciones biológicamente sostenibles.

Es destacable también como en las zonas de pesca marítima sometida a una ordenación y gestión pesquera eficaz, los índices de sostenibilidad llegan a alcanzar valores como que el 92,7% de la población están siendo capturados dentro de niveles sostenibles en el Pacífico nororiental. En la misma dirección, es absolutamente sorprendente que, en el caso de los atunes y especies afines, el 87% de las poblaciones evaluadas se explotan de forma sostenible y cuando se considera la cantidad de desembarques alcanza el 99%.

Considerando las 10 especies más desembarcadas en el ámbito global, se señala que el 60% de las poblaciones evaluadas se explotan de forma sostenible y cuando se consideran en función del volumen de producción se alcanza que el 85,5% de los desembarques proceden de pesquerías biológicamente sostenibles. En cualquier caso, según el área del océano mundial de que se trate, los valores medios incluyen variaciones notables:

Los valores mínimos de porcentaje de recursos pesqueros sostenibles referidos a áreas concretas se encuentran en el Mediterráneo y en el mar Negro (el 35,1%); mientras que en el 100% de las pesquerías antárticas los recursos se encuentran en situación sostenible. Los resultados no tan positivos también indican a especies concretas: todas las de aguas profundas siguen siendo vulnerables (solo el 29 % de las poblaciones se captura de forma sostenible). El Informe también señala específicamente la preocupación por los tiburones altamente migratorios y a menudo capturados de forma accidental en la pesca del atún.

Estos resultados son espectaculares y permiten valorar la importancia absoluta y el efecto que tiene la aplicación de medidas de gobernanza específicas. Las cifras ofrecen el resultado de un enorme esfuerzo de seguimiento y control de la actividad pesquera mundial que señala una realidad contradictoria entre especies en las que la actividad pesquera es prácticamente sostenible, hasta otras que no solo son insostenibles sino respecto a las cuales no existe ni siquiera información de utilidad. Es importante señalar que la pesca ilegal no reportada y no regulada (IUU, de su denominación en inglés), a pesar de la dificultad de obtener cifras específicas por su propia naturaleza, se sitúa entre el 11 y el 19% de las capturas totales reportadas.

Parece claro que las circunstancias que más influyen en el estado de una pesquería es el volumen total de sus capturas y el valor de mercado de su producción, el mejor ejemplo, sin duda, es la pesquería de atún y especies similares, que a pesar de la variedad de especies y de espacios de pesca distribuidos en enormes extensiones del océano mundial en aguas internacionales, no solo ha conseguido la estabilidad ambiental del recurso, sino que se ha convertido en el mejor ejemplo del resultado de una buena gestión:

La pesquería del atún y especies afines ha conseguido aumentar el volumen de sus capturas desde 4Mt año en 2013 a 5,4Mt en 2024 (un promedio anual de crecimiento del 2%), y en valor de mercado aumentó de 20.000 millones $ en 2013 hasta 27.000 en 2024.

En ese mismo periodo, se han desarrollado y aplicado una multitud de medidas de gestión de las pesquerías, cuyos efectos positivos han quedado demostrados por los propios resultados de la actividad pesquera.

Los resultados no son consecuencia de que las especies objetivo sean biológicamente fáciles o porque tengan distribuciones geográficas acotadas y accesibles o por ser objetivo de actividad de una flota limitada y concreta (son más de 100 países los que disponen de flota operando sobre este recurso muy desigualmente repartido), los resultados se derivan no solo del propio valor económico de esta especie, sino de la importancia comercial (se dice que es un el único producto presente en todos los supermercados del mundo), lo que ha hecho posible dirigir un volumen enorme y costoso de ciencia y de acción administrativa internacional para determinar y repartir las cantidades de capturas entre las flotas de los muchos países interesados.

Esta realidad señala que una pesquería será medioambientalmente sostenible en función de poner el esfuerzo y atención necesarios para conseguirlo y que, si esto es posible en ámbitos internacionales de gran extensión, debería ser más fácil para actividades pesqueras en aguas de las zonas económicas exclusivas nacionales.

España (históricamente una potencia pesquera internacional), dispone de una flota operativa en un gran número de caladeros internacionales, gestionada esta presencia conjuntamente desde la administración pesquera de la Unión Europea, que viene a externalizar la gestión en un contexto con tendencias restrictivas.

En la ZEE nacional está distribuida por sus características en  5 demarcaciones marinas, en las cuales la gestión pesquera se reparte entre la que se realiza en aguas interiores que corresponde, en su caso, a la administración de las comunidades autónomas y administración estatal para el resto, ambas en el marco de regulaciones genéricas de la Unión Europea. La consecuencia es una situación muy desigual por especie y espacio, con una casuística enorme que produce indefectiblemente una “mala situación general”.

La realidad de la conservación de los recursos pesqueros en Canarias comparte las características nacionales, añadiendo circunstancias propias que, en general vienen a complicar y dificultar la gestión, como son la insularidad, la extensión y batimetría del espacio marino en torno a las islas y la pesca deportiva (aunque la cifra parece no estar cerrada se sitúan en más de cien mil licencias para este tipo de actividad).

Con independencia de los autores y las fuentes que se puedan consultar, la realidad es que todos los recursos pesqueros de Canarias están sobreexplotados, la diferencia está en el porcentaje y datos concretos que lo reflejan.  La realidad también indica que, a pesar de la buena voluntad expresada por todas las partes concernidas, no es probable que se pueda avanzar de forma significativa y en tiempos previsibles, para conseguir una situación de pesca sostenible en el Archipiélago.

En estas circunstancias de dificultad objetiva para poder afrontar el problema en su conjunto, conviene (en la medida de los recursos disponibles) y en función de las circunstancias/regulaciones nacionales/europeas ir adoptando medidas parciales, lo más robustas y bien fundadas en ciencia, que permitan avanzar hacia la sostenibilidad de la pesca en Canarias.

¡COMPARTE!

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin