Los pasados jueves y viernes se celebraron como estaba previsto las jornadas del Congreso Internacional De Áreas Marinas Protegidas, MPA Connect, apoyadas con la presencia el jueves del delegado del Gobierno, Anselmo Pestana; el presidente del Cabildo, Antonio Morales y el presidente de la Fundación Universitaria de Las Palmas (representado por su gerente Eduardo Manrique de Lara) y el viernes por Raúl García Brink, consejero del Cabildo de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento.
Con la asistencia de 120 participantes (capacidad máxima del local) y con las presentaciones de 32 expertos, que aportaron una amplia visión de la situación de las Áreas Marinas Protegidas:
En lo espacial: desde las internacionales más amplias que abren a la protección áreas enormes; en el Pacífico (Reserva Marina Hermandad) y en el Atlántico (el nuevo Parque Marino de las Azores); a las acciones locales más próximas de muy pequeña dimensión, pero de gran valor social: la Micro Área de Las Canteras (impulsada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria) o el soporte a la gestión de la Zona de Especial Protección de Cagafrío, (impulsada por el Ayuntamiento de Tías).
En lo temático y conceptual: desde la visión y proyección de las administraciones competentes hasta las ONGs activas.
Sobre realidades concretas: las aportaciones de especialistas, empresas, organizaciones… con enfoque y experiencia en acciones específicas de conservación tanto nacionales como europeas que han mostrado una imagen más concreta y amplia de la realidad actual.
En conjunto, la información y reflexión sobre las Áreas Marinas Protegidas en Canarias y su entorno era, en sentido estricto, el objetivo planteado para la Jornada, desde su impulso por el proyecto MPA Canary Islands, como elemento imprescindible para orientar con la mayor eficacia su plan de trabajo. Dirigido a conseguir que sus acciones tengan la máxima utilidad para contribuir de forma efectiva a “lograr mejoras tangibles en la salud de los océanos mundiales” (objetivo central del fondo patrocinador Oceans 5)
Adicionalmente, el conjunto de la información y reflexión constituyen una aportación de valor para la orientación y toma de decisiones de cualquier interesado por la conservación del medio marino en Canarias y su entorno.
Los objetivos 30/30 y 10/30 (preservar al menos el 30% de los espacios marinos globales y que el 10% de estos espacios, sean de protección estricta), han sido un eje conductor de la reflexión en las Jornadas, como es el centro de esta misma reflexión en el ámbito internacional.
Hay una primera preocupación por saber si la estrategia 30/30 fruto de los acuerdos internacionales es suficiente para conseguir o al menos acercarse de forma significativa al objetivo de conservación global del océano planteado.
No es menor la preocupación sobre si el plazo 2030 (quedan 5 años) lo permitirá y si no, si será un estímulo o generará frustración y desconfianza respecto del fin último de conservación.
La propia precisión en tiempo, cantidad y exigencia que supone el Objetivo 30/30, planteó también si este objetivo viene a indicar el fracaso y renuncia a conseguir el máximo de la protección del océano global como objetivo, o es un primer paso, y como tal, es el inicio de planteamientos siguientes.
Porque no se ha de perder de vista, que toda la estrategia de conservación del océano y la necesidad de acelerarla es consecuencia, de la certeza inevitable de que las necesidades generales de la humanidad tendrán que ser atendidas (en una proporción creciente), por recursos renovables o no del océano y por el uso de su espacio para el desarrollo de actividades con la misma finalidad.
La superficie emergida del planeta 30% ya no será suficiente para ello (conviene mantener en la reflexión que el océano no solo es el 70% restante de la superficie del planeta, sino que en volumen contiene el 97% del agua total disponible) añadiendo a la reflexión que se conocen bastante bien los problemas ambientales causados en tierra, los cuales han de ser evitados en la aproximación al océano.
Aunque no forman parte de los objetivos del análisis planteado para las Jornadas, ha sido inevitable tomar constancia del aumento creciente de posiciones sociopolíticas negacionistas que obstaculizan y hacen más difícil la tarea necesaria para tratar de asegurar el futuro de la humanidad. Planteamientos que se han visto reforzadas en los últimos meses por la posición más radical que Estados Unidos está tomando internamente y en los ámbitos de cooperación internacional.
En este contexto, ha sido importante constatar que las personas participantes a título personal o las organizaciones públicas y privadas a las que representan, qué más allá del importante conocimiento y experiencia que han aportado en las Jornadas y que forman parte del contenido de su propia actividad, muestran un nivel de compromiso personal y colectivo con los objetivos de conservación que son, sin ninguna duda, la mejor garantía de sostenimiento y generación de las evidencias de la necesidad de conservación y de las mejores aproximaciones para conseguirlo.
Esta evidencia constatada a lo largo de todas las sesiones, se hizo más presente de forma explícita en la Mesa Redonda de Compromiso Ciudadano, en la cual (a modo de ejemplo en este compromiso personal), en la intervención de la Asociación ADS Biodiversidad, Ana Liria (su representante en la mesa) inició su presentación con una referencia a su promotor: Luis Felipe López Jurado (apartado de la actividad pública por problemas de salud), que ha sido responsable e impulsor de muy importantes acciones de conservación en la Macaronesia, con repercusión positiva e inequívoca, algunos de los datos que fueron aportados sobre la tortuga boba en Cabo Verde y Canarias lo muestran de forma muy clara.
He tenido la oportunidad de colaborar con Luis Felipe personalmente en muchos temas específicos y puntuales a lo largo de los años, en ese trato he podido conocer tres características importantes de su personalidad:
La primera (por la que su referencia tiene sentido aquí), es su dedicación integral, sin reserva, ni excusa al conocimiento como base de la conservación de animales marinos en la Macaronesia.
Las otras dos, menos relevantes específicamente, pero con seguridad coadyuvantes: su curiosidad intensa y desmesurada junto a su heterodoxia y anarquía en los planteamientos (el mismo se reconoce como biólogo heterodoxo).
Los que lo hemos conocido y los que lo pueden hacer a través de sus memorias, tendrán claro que no es un modelo de carrera profesional replicable (desde las víboras del desierto en México a los efectos de los sonares sobre los zífios en Fuerteventura) pero, en cualquier caso, es una de las personas de referencia en la secuencia necesaria para generar el conocimiento, impulsar la conservación técnica del medio y el compromiso personal atractivo.
En definitiva, lo que han sido las Jornadas desde el compromiso genérico, técnico y conceptual hasta el compromiso institucional público, privado y personal por el mejor futuro ambiental general y del océano.