Energías Oceánicas

Canarias7

La Comisión Europea continúa insistiendo en la necesidad de impulsar las energías renovables EERR marinas (offshore) y en tratar de apoyar su desarrollo. En esta dirección ha publicado una nueva Comunicación COM (2023) 668 final (24/10/23), apenas 3 años después de haberlo hecho con la Comunicación: Una estrategia para aprovechar el potencial de la energía renovable marina para un futuro climático neutro, COM (2020) 741 final 19/11/20.

En la introducción de esta última Comunicación se insiste en que: las EERR marinas contribuirán de forma decisiva a alcanzar los ambiciosos objetivos energéticos y climáticos de la Unión Europea UE para 2030 y 2050 y a reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados, añadiendo con carácter general que las EERR marinas se convertirán en una parte indispensable del mix energético necesario para descarbonizar y alcanzar la neutralidad climática.

La Comisión valora las mejoras e incremento de las metas que los Estados miembros se están planteando (incorporadas en el FIT 55 y en REPowerEU) y la coincidencia en la necesidad de acelerar la transición hacia las EERR que, en el caso de las marinas, necesitan dar lugar a proyectos reales (a un ritmo más rápido del que se está produciendo) para que “la UE pueda mantener el liderazgo mundial y la competitividad en la fase de fabricación y despliegue”.

La introducción de la propia Comunicación justifica el por qué ha sido necesaria su publicación, el esfuerzo que supone su contenido, y la rapidez (en términos de lo habitual en la gestión burocrática europea) que se ha empleado para su elaboración, señalando como razones el cambio drástico de circunstancias internacionales que concreta y relaciona en:

El aumento general de costes con la consecuente reducción de los márgenes de beneficios; la fragmentación creciente en las cadenas de suministro mundiales y el acceso limitado a materiales y a mano de obra cualificada. Remarcando que: la publicación de esta Comunicación muestra el compromiso de la Comisión con las EERR marinas y con el aumento de los objetivos establecidos para los periodos de referencia 2030 y 2050.

La Comunicación recoge una importante argumentación en base a datos precisos, entre los cuales y a modo de ejemplo claro se puede señalar:

Que la cantidad de capacidad acumulada de EERR marinas instalada en la UE hasta 2022 es de 16,3 GW, lo que supone que para conseguir los 111 GW comprometidos por los Estados miembros para el final de esta década (2030), deberán instalarse (durante este periodo) aproximadamente 12 GW cada año de media, lo que supone 10 un esfuerzo anual 10 veces mayor respecto de los 1,2 GW que se han instalado en 2022 en la UE-27.

Evidentemente el reto es de importancia y la Comunicación a partir del análisis del proceso desarrollado hasta ahora, propone una senda para generar las circunstancias que lo hagan posible y qué relaciona de forma simplificada en:

-Desarrollar redes offshore transfronterizas basadas en métodos fiables para el análisis coste-beneficio y la asignación de costes.

-Tramitaciones y permisos ágiles (por la vía rápida Fast-track).

-Fortalecer la Planificación Espacial Marítima (PEM) como herramienta para mejorar la cooperación regional y la coexistencia sostenible entre las energías renovables marinas y otras industrias en el mar. 

-Reforzar la resiliencia de las infraestructuras renovables marinas y la seguridad marítima. 

-Mantener los esfuerzos de investigación e innovación para garantizar el liderazgo tecnológico de la UE y las soluciones sostenibles que concilien las actividades renovables marinas con el medio ambiente.

-Apoyar las cadenas de suministro de la UE que desarrollen sus capacidades para seguir siendo competitivas y capaces de ayudar a alcanzar los niveles de ambición más elevados en las ya instaladas en alta mar en la UE y en terceros países, a través de diálogos comerciales específicos, también con la participación de la industria.

Las cifras de generación referidas como objetivo para las EERR marinas, están constituidas esencialmente por energía eólica (tanto fijada sobre el fondo como flotante), que constituye el núcleo del desarrollo posible y previsible. Es significativo señalar que la Comisión va consolidando como referencia la necesidad de desarrollar las que denomina específicamente como Energías Oceánicas, a las que fija como objetivos específicos: 1 GW para 2030 y 40 GW para 2050. Se encuadran aquí las energías provenientes principalmente de olas, mareas y corrientes cuyo desarrollo está siendo más lento en comparación con la eólica.

La Comisión ha incluido la decisión de posponer el objetivo inmediato existente de alcanzar los primeros 100 MW para 2027 lo que ha de interpretarse como respaldo renovado y señal de confianza en este sector y fortalecimiento de la visibilidad del mercado en los próximos años.

Es necesario recordar que estas tecnologías necesitan simultáneamente un doble y concurrente desarrollo tecnológico: el captador de energía y el sistema de flotación o fijación, mientras que la eólica marina “solo” requiere el sistema de fijación o fondeo, ya que aprovechan los 30 años de desarrollo de los captadores eólicos terrestres (algo similar puede ocurrir con la fotovoltaica marina que ya está dando muy buenos resultados con captadores flotantes instalados en aguas en calma, embalses y lagos).

A pesar de las incertidumbres tecnológicas, conceptualmente la Comisión mantiene el impulso a estas tecnologías, desde el entendimiento que se trata de poder generar un mix energético que se adecúe a los recursos y necesidades existentes en cada área concreta.

Dada la diferencia del desarrollo tecnológico entre los captadores posibles, es difícil establecer cuál será la participación en el mix general, pero es evidente para la Comisión que el volumen de recursos aprovechables en el océano derivados de olas, mareas y corrientes es de gran importancia y merece ser considerado.

Canarias es un “caso claro” en el que el desarrollo de las energías oceánicas puede ser de especial relevancia para encontrar el mejor mix posible, ya que se puede considerar que el viento alisio dominante y característico puede llegar a cubrir aproximadamente 2/3 de las necesidades anuales y que el tercio complementario podría ser cubierto con energía fotovoltaica (que requiere de ocupación de espacios que en algunas islas puede llegar a no poder estar disponible o no ser conveniente su utilización). En el mismo período anual en que se hace necesario la fotovoltaica, el recurso undimotriz originado en los temporales del Atlántico Norte hace llegar al Archipiélago cantidades importantes de energía qué pueden llegar a ser suficiente para complementar el balance global en algunas islas.

A pesar de que en este momento para Canarias la prioridad debe ser el desarrollo de la energía marina eólica flotante, que requiere de decisiones político-administrativas urgentes, conocidas, bien definidas y anunciadas…

Se ha de tratar de aprovechar con la máxima eficacia, el contexto e impulso generado desde la Comisión para el desarrollo tecnológico de las EERR oceánicas, tanto por el propio valor, como por la importancia que sus resultados pueden tener para el mix energético futuro del Archipiélago.

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