La Comisión Europea ha publicado la semana pasada (10 de junio) el Informe sobre la Economía Azul de la Unión Europea 2020, en el que presenta una visión general de resultados de los sectores económicos de la Unión relacionados con los océanos y el medio costero. Es oportuno señalar que este es el tercer informe de la serie y que en cada edición se han ido incorporado y depurando las actividades que integran la economía azul. La continuación de la serie y la mejora de su contenido, viene a confirmar la relevancia que la Comisión le da al Crecimiento Azul como elemento estratégico de futuro, así mismo señala, que el “sector” (en términos convencionales) es un concepto todavía muy joven, en proceso de crecimiento, maduración y definición precisa.
Las grandes cifras señalan que la economía azul representó en la UE volumen de negocio de 750 mil millones de euros en 2018 y dio empleo a cinco millones de personas (lo que supuso un crecimiento respecto al año anterior del 11,6%.). El valor añadido bruto VAB fue de 218 mil millones de euros, el beneficio bruto 94 mil millones de euros, la inversión neta en bienes tangibles 14 mil millones de euros, el ratio de inversión neta fue del 22% y la media salarial anual fue 24.700€. Estas cifras vienen a señalar, como recoge el informe, que en 2018 la Economía Azul de la UE había terminado de superar el devastador impacto de la crisis económica y financiera de 2008, (El cuadro que se reproduce y traduce del Informe de la Comisión, trata de dar una visión de conjunto muy gráfica e inmediata, la lectura del informe es imprescindible para cualquier interesado en la Economía Azul o en la Economía Europea en general).Aunque la información que se analiza en el informe corresponde a 2018, no es posible obviar la referencia a los efectos actuales y previsibles de la pandemia del CV19. En este sentido se recoge en el informe un breve apartado específico (el 2.5) y diversas referencias en el texto, que sin duda tratan de señalar que las previsiones que pudieran derivarse del análisis de los datos incluidos en él, cambiaran sustancialmente.
En este contexto son destacables las palabras de los dos comisarios europeos, señalando el papel que la Economía Azul puede/debe tener en la salida de la actual crisis.
El comisario Europeo de Medio Ambiente Océanos y Pesca Virginijus Sinkevicius, en la presentación del documento señaló: “Las energías marinas renovables, los alimentos procedente del mar, el turismo costero y marítimo sostenible, la bioeconomía azul y muchas otras actividades que conforman la Economía Azul nos ayudarán a salir de esta crisis más fuertes, más sanos, más resilientes y más sostenibles”
Compartió la presentación la Comisaría de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, que dijo: La investigación y la innovación son pilares fundamentales de esta respuesta europea. Velaremos porque la investigación, la innovación y la educación contribuyan a la transición hacía una economía azul”.La implicación de los dos comisarios en la presentación del informe viene a confirmar, una vez más, que el Crecimiento Azul sólo se puede entender y solo se puede impulsar mediante una estrategia público privada compartida, apoyada en el mejor conocimiento científico técnico existente y el mejor que se pueda generar.
En los análisis actuales no existe un acuerdo generalizado en si la salida de esta crisis será muy parecida o no, en el impacto y la duración a la del 2008. En este caso el informe señala que la Economía Azul europea necesito diez años para recuperarse. Sin embargo las necesidades globales que deberán ser atendidas desde el espacio económico azul son mayores que las actuales, por tanto, parece claro que las personas, empresas, instituciones, territorios y países que reúnan las condiciones adecuadas y estén dispuestas a hacer el esfuerzo necesario, se pueden plantear una salida de la actual crisis con una visión de llegar más allá de exclusivamente recuperar lo perdido.
Puede parecer difícil enlazar una visión de dimensión europea como la que este informe plantea, con la visión local necesaria, que es imprescindible para que sea útil. Sin embargo, afortunadamente el informe coincide en el tiempo cuando en Canarias se está finalizando una estrategia propia de Economía Azul y la Comisión Europea está haciendo lo mismo con una estrategia azul específica para las Regiones Ultraperiféricas Europeas RUPs, de las que formamos parte.
En consecuencia, las necesidades importantes de crecimiento y equilibrio que ya tenía la economía canaria, más las extraordinarias dimensiones y urgencia que se derivan de la Pandemia, obligan ya, a sacar conclusiones, concretar accione, planes de trabajo y asumir responsabilidades. Todos los retrasos en la toma de decisiones van en contra de la consecución de los objetivos y beneficios, necesarios y posibles.