Carta Eólica Europea

Canarias7

Veintiséis ministros de Estados miembros de la Unión Europea y 300 de las empresas europeas más importantes del sector eólico han firmado la denominada Carta Eólica Europea. Manifestación expresa del compromiso en impulsar las medidas que la Comisión ha incluido en el Plan Europeo de Acción Eólica, publicado el pasado mes de octubre y que planteó 15 acciones necesarias para reforzar la competitividad de la cadena de valor europea de esta industria.

El contenido de la Carta es una muestra clara del esfuerzo para impulsar la colaboración público-privada y la rapidez de su publicación (tras el Plan Europeo de Acción Eólica) viene a ser un indicador de la situación del sector en Europa, que se puede describir de forma resumida como de gran contradicción y preocupación.

En un contexto de necesidad y urgencia de desarrollo del sector, perfectamente conocido y definido, con unos calendarios de instalación muy exigentes (hitos en 2030 y 2050) siendo ampliamente contrastado que el sector de la Energía Eólica europea ha sido históricamente un éxito, pero que en este momento atraviesa unas circunstancias especialmente críticas: con una parte significativa de empresas en pérdidas o muy cerca de estarlo y con las últimas subastas celebradas desiertas (causa de la crisis actual del sector), ralentizando las previsiones de desarrollo y llegando a poner en cuestión los objetivos de la Estrategia Europea con repercusión global.

El problema es conocido y complejo: los procedimientos administrativos de autorización de nuevos parques no están adecuadamente diseñados; los procedimientos de tramitación siguen siendo difíciles y lentos (muchas veces con falta de personal y procesos eficientes); los precios de salida en las subastas han resultado de manera evidente bajos y especialmente rígidos en entornos económicos de muy difícil predictibilidad. Todo ello desarrollado con las particularidades ambientales, sociales, jurídicas y administrativas de cada uno de los Estados miembros.

En este contexto, las Estrategias europeas consensuadas de alcanzar un 42,5% de energías renovables para 2030 (con la ambición de ampliarla hasta alcanzar el 45%), están teniendo un desarrollo difícil y está forzando a la Comisión a seguir generando “marcos normativos y de impulso” a un ritmo poco habitual, tomando medidas directas muy específicas como la convocatoria de ayudas por 4.000 M€ (Innovation Fund), que permite el apoyo especifico a la inversión en proyectos de fabricación de tecnologías limpias, a lo que se ha de añadir que el Banco Europeo de Inversiones ha modificado las características de sus préstamos para hacer posible el soporte de tales proyectos de inversión, añadiendo un mecanismo de garantía (hasta 5.000 M€) para la fabricación de aerogeneradores.

Se ha de entender que la Carta Eólica presentada, es una apuesta adicional por una cooperación coordinada más eficiente entre la Comisión y los Estados miembros con el sector privado (300 empresas de las más importantes han sido signatarias de la Carta) para impulsar el Plan de Acción Europeo de la Energía Eólica, con una visión común de mejorar las condiciones del ecosistema industrial eólico europeo, teniendo el compromiso de los firmantes para, entre otras medida desarrollar las siguientes:

Garantizar una cartera de proyectos suficiente, sólida y previsible para el despliegue de la Energía Eólica, en particular mediante planes nacionales actualizados y coherentes con los objetivos más ambiciosos de la Iniciativa «Objetivo 55»,

Una concesión de permisos más rápida y previsible, proporcionando una mayor visibilidad a futuras subastas y planes a largo plazo para el despliegue de la Energía Eólica.

Los Estados miembros firmantes y los representantes del sector eólico se comprometerán a reforzar su colaboración para identificar los obstáculos en los procedimientos de concesión de permisos, identificando nuevas formas posibles de acelerarlos.

Mejorar, simplificar y dar coherencia en el diseño de las subastas de energía eólica, con el fin de promover la producción europea de aerogeneradores de alta calidad con elevadas normas medioambientales, de innovación, de ciberseguridad y laborales.

Se sigue aspirando a precios de la energía competitivos para los consumidores, esto se hará, entre otras cosas, mediante criterios de precalificación o adjudicación de precios bien diseñados, objetivos, transparentes y no discriminatorios.

Diseño de subastas que incluyan criterios objetivos, transparentes y no discriminatorios de no precio, especialmente en lo que respecta a la sostenibilidad, resiliencia, ciberseguridad, conducta empresarial y capacidad de entrega, también se podría tener en cuenta la participación ciudadana.

Proyectos desarrollados a través de acuerdos directos de compra de energía o en los que participan directamente los mercados mayoristas y para hacerlo posible, los Estados miembros firmantes se comprometen a eliminar los obstáculos que aún se oponen a su celebración.

Mejorar la previsibilidad de la oferta y la demanda, suavizando el efecto de la volatilidad de los precios y garantizando la ejecución de los proyectos, en particular mediante la cobertura contra la inflación y la volatilidad de los precios de los principales costes (precios indexados) y calendarios claros de subastas.

Contribuir a un entorno internacional de la energía eólica justo y competitivo mediante la supervisión activa y, si está justificado, la consideración de medidas para hacer frente a posibles prácticas comerciales desleales.

Aumentar la capacidad de fabricación de equipos eólicos en la UE para satisfacer el aumento previsto de la demanda de proyectos, comprometiéndose al mismo tiempo a reforzar las capacidades industriales y de empleo existentes, según sea necesario.

Compromiso de lograr un impacto neto positivo en el empleo, entre otras cosas, mediante una gestión adecuada de la mano de obra, incluido el apoyo a la mejora y el reciclaje profesional de los trabajadores para garantizar una mano de obra suficiente y cualificada en el sector eólico.

La magnitud, escala y complejidad del problema hace difícil entender como se encaja la realidad próxima y como es afectada. Es difícil entender los esfuerzos de cada Estado miembro por participar en el Marco europeo y como desde ese entorno se ven afectadas las realidades concretas.

La eólica marina en Canarias y en el resto de España, son un ejemplo de las dificultades que existen para pasar de las visiones estratégicas de escala europea-global a la realidad específica. El proceso de planificación del espacio marino que era necesario para poder hacerla posible ha tardado años en completarse y una vez hecho (desde febrero de este año), no se puede entender por qué no se produce el desarrollo normativo que haga posible los primeros procesos de adjudicación.

Es un “puro” proceso administrativo que cada día que se retrasa en Canarias, además de seguirse emitiendo Gases de Efecto Invernadero se continúa malgastando enormes cantidades de recursos públicos por el sobrecoste de producción. Parece razonable que la atención a los grandes procesos europeos y globales no debería dificultar abordar situaciones claras en realidades concretas bien identificadas con soluciones conocidas.

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