La presentación de solicitud para instalar la primera planta mundial de cultivo de pulpo en el Puerto de Las Palmas por la empresa “Nueva Pescanova”, ha iniciado «un debate» propio de los tiempos en que estamos. El debate está impulsado por organizaciones y partidos animalistas «apoyados» por listas más o menos amplias de científicos «cualificados» que se oponen al cultivo del pulpo en base a las cualidades de inteligencia y sensibilidad de estos animales.
Este enfoque establece la asimetría en los debates que se vienen planteando en relación con el “uso” de animales en procesos productivos industriales o que tengan una repercusión económica de cualquier tipo.
Simplificadamente, se enfrenta a los ciudadanos y organizaciones “bondadosas” (cuyo “único interés” es el bienestar de los animales que se encuentran indefensos), con las empresas y ciudadanos “malvados” que pretenden lucrarse maltratándolos con una vida en condiciones espantosas, que se remata con su muerte en los propios procesos productivos o en un sacrificio final, para servir directamente al consumo de la población o incluso llegando a ser utilizados como alimento de otros animales.
La falsedad evidente del debate (con independencia del nivel de profundidad con que se haga el análisis) tiene una consecuencia inmediata: los promotores “malvados” se quedan solos, nadie que no sea por obligación entrará en el debate (incluso los obligados tratarán de eludir su deber u obligación) ya que, sea cual sea el argumento, su validez, rigor o pertinencia, quien lo haga será identificado como parte del “club de los malos” insensibles productivistas y/o muy probablemente mercenarios comprados por los promotores.
Antes de escribir este artículo he comprobado directamente como personas que tienen criterio, información y experiencia absolutamente pertinentes para este debate del pulpo, me dicen: ¿Para qué meterse en líos? la defensa de lo lógico y sensato te puede conducir a que los “buenos” te identifiquen como “malvado significativo” (merecedor de los ataques que procedan), si esto ocurre estarás más solo, porque los que tendrían que dar soporte confirmarán el peligro que tiene argumentar y apoyar explícitamente las opiniones y posiciones de la mayoría silenciosa cuando se ve confrontada con la movilización de minorías radicales.
La argumentación contra el cultivo de pulpo, como en otros casos, se estructura en tres líneas:
- Los peligros ambientales e impactos de toda clase que el cultivo va a producir no están bien caracterizados y por tanto no están bien resueltos, en consecuencia, producirán impactos generales medioambientales y sociales con incalculables efectos negativos en su entorno.
- Las mejores finalidades y consecuencias del cultivo se obvian o se desenfocan: Se considera el alivio de la presión pesquera sobre las poblaciones naturales de pulpo para el suministro de los mercados (que el cultivo debería favorecer) como no segura, pero lo que sí consideran seguro es la sobrepresión pesquera de las especies que serán utilizadas como alimento de los pulpos en su cultivo.
- En algunos casos (este es uno de ellos), se utiliza como argumento superior, que la especie en cuestión tiene en su naturaleza capacidades «muy humanas»: percibir y sentir dolor, respuestas emocionales, memoria, “cognición compleja” y capacidad de aprendizaje social que les hace acreedores a un tratamiento y respeto distinto, diferenciándolos de otras especies más torpes, menos sensibles, que pueden ocupar un lugar más simple en la “cadena trófica” del planeta.
La humanidad ocupa inexorablemente el vértice superior de esta cadena trófica (certeza de la ciencia que no es comparable a la opinión de algunos científicos), la otra realidad inapelable es que la población del planeta crece rápidamente. Este crecimiento de la población requiere una cantidad de alimentos tan grande como su dimensión. La alimentación necesaria, incluye una proporción de proteínas significativas imprescindible para que se produzcan dietas equilibradas: Una parte de ellas serán de origen vegetal, que se integrarán de forma significativa en las dietas generales de la población y en mucho mayor o exclusiva proporción para los vegetarianos y veganos (de momento un porcentaje no mayoritario de la población del planeta) y la otra parte que será de origen animal, necesita una minimización de la emisión de GEI y el cultivo de pulpo es un ejemplo de este proceso de reducción de emisiones.
Hasta aquí no se han comentado aspectos de la mayor trascendencia respecto al cultivo del pulpo y que no deben ser obviados:
El liderazgo mundial de España en la producción de pulpo es una oportunidad única para atender el consumo nacional de esta especie (que es uno de los más altos del mundo) y liderar el suministro a un mercado de gran potencial, basado en la calidad extraordinaria de la proteína de pulpo y la enorme velocidad de su crecimiento.
El liderazgo alcanzado no es fruto del azar, la casualidad o la oportunidad. Es el resultado de muchos años de investigación científica del máximo nivel y rigor en muchas Instituciones Científicas de todo el país. En Canarias, específicamente del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y del Instituto Canario de Ciencias Marinas (ICCM) con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
La existencia en España de una estructura científica funcional (que ha hecho posible solucionar uno de los retos más importantes de la acuicultura mundial), junto al potencial empresarial que se enfrenta al desafío y a los grandes riesgos industriales y comerciales (que se empiezan a abordar ahora) de convertir un hallazgo científico en la base de una industria líder internacional, es sin duda, un ejemplo de éxito de la ciencia, la empresa y la transferencia entre ellas, base sobre la que resolver los problemas de las sociedades actuales, las del futuro y que debe ser apoyado inequívocamente.
Que la primera planta de este cultivo se instale en Gran Canaria, es una pieza de valor en la diversificación económica que ha de ser apoyada. Tenemos ejemplos cercanos que señalan claramente como el seguimiento y apoyo social e institucional ha permitido sacar adelante un proyecto como el de Chira o como (en sentido contrario), no se ha conseguido evitar que un proyecto de la importancia y trascendencia del cultivo de Medregal se perdiera (esperemos que no definitivamente).
Es claro lo que se debe hacer: Ayudar e impulsar la mejora del proyecto (todos los proyectos son mejorables), explicarlo, contrastarlo y apoyarlo hasta su puesta en marcha: Consolidando y garantizando que aquí los riesgos empresariales son similares a los que existen en las sociedades avanzadas.