El pasado martes 3 de mayo se ha hecho pública la Comunicación de la Comisión Europea respecto de su acción prioritaria dirigida a las Regiones Ultraperiféricas RUP, correspondiente al período de planificación 2021/2027, que en esta ocasión se denomina: “Dar prioridad a las personas, asegurar el crecimiento sostenible e inclusivo y liberar el potencial de las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea”.
El concepto, contenido y alcance de ser región RUP europea en Canarias, a pesar de los años transcurridos y de la importancia que ha tenido para sus ciudadanos, resulta todavía lejano y distante para la gran mayoría de ellos que no se sienten ni concernidos, ni identificados por su pertenencia.
Conviene recordar quiénes son las nueve regiones que tienen este carácter en Europa: Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, Mayote, Reunión y San Martín (francesas); Azores y Madeira (portuguesas) y Canarias (españolas). Para muchos ciudadanos resulta complicado situar estos territorios y mucho más tener una mínima información de cada uno de ellos, por lo que es muy difícil constituir una reflexión sobre estas realidades, encontrar que tenemos en común y el significado que tiene el ser una de estas regiones. Dada la trascendencia que tiene ser miembro de este grupo y la que sin duda puede tener, no estaría de más considerar la posibilidad de incluir en los programas de formación (ahora que se está debatiendo la inclusión de contenidos propios de Canarias en los planes de estudio) contenidos básicos sobre las RUP.
Es importante recordar que la determinación del estatus de Región Ultraperiférica se establece de forma expresa en el Artículo 349 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), que forma parte de los documentos «constitucionales» de la misma, lo que da en el marco jurídico administrativo europeo el máximo rango posible a la identificación de las dificultades de estas regiones.
La causa que determina la Comunicación se fundamenta en las problemáticas específicas y distintas que se derivan de su situación geográfica (por lo que no pueden ser abordadas como coyunturales o subsanables con las políticas generales), estableciéndose que las políticas europeas generales deberán incluir la valoración y en su caso la particularización de su aplicación en las Regiones Ultraperiféricas.
Esta es una herramienta única que en el caso de Canarias no está recogida en el marco jurídico administrativo español, lo que conduce a un permanente debate entre la Comunidad y el Estado que trata sistemáticamente de asimilarla a privilegio o, a documento de origen político (cómo los estatutos autonómicos) y no a la consecuencia de una realidad geográfica distinta, permanente y determinante.
La situación jurídico-administrativa de las RUP en el Tratado es el origen del documento presentado en esta Comunicación, por el cual la Comisión cumple con la obligación de tener una estrategia y una planificación específica para las RUP. La dificultad de la atención a estas regiones por parte de la Unión Europea se deriva del hecho simple de que a pesar del origen común de los problemas (debidos a la situación geográfica de lejanía y del entorno geopolítico diferente), los efectos que producen en cada territorio son muy distintos.
A pesar de las claras diferencias entre las regiones, la debilidad intrínseca que las caracteriza se manifiesta con rasgos comunes frente a sucesos globales como ha quedado señalado por el impacto de la pandemia COVID cuyas consecuencias en todas las RUP han sido sustancialmente más acusadas (p.ej. descenso del PIB o aumento del paro juvenil), por encima de la media del país respectivo.
La lectura de la Comunicación muestra con reiteración cómo junto a la iniciativa que se plantea desarrollar, la Comisión requiere y reclama constantemente la participación de las administraciones regionales y nacionales para lograr ajustarlas mejor a la realidad de cada región y para que contribuyan con recursos y acciones propias a añadir intensidad y alcance en los planes y medidas.
Junto a la visión de las necesidades de las RUP, la Comisión ha venido incrementando la valoración de sus características y situación como activos de la Unión, identificando: Su población joven, extensas zonas económicas marinas en su entorno, una biodiversidad única, abundantes fuentes de energías renovables, ubicación y un clima propicios para las ciencias espaciales y astrofísicas, importantes infraestructuras espaciales, representando además puestos avanzados de la Unión Europea en todo el mundo, con potencial para mejorar la cooperación y las relaciones con los países y territorios circundantes.
La estrategia que se presenta en esta Comunicación tiene una novedad de importancia: Hasta ahora se planteaban iniciativas y acciones en los diversos ámbitos que deberían producir efectos positivos sobre las condiciones de vida de las poblaciones en cada territorio. En la actual se priorizan las medidas dirigidas a las personas para que tengan efecto directo en ellas a la mayor brevedad posible y qué unidas al resto de acciones horizontales planteadas consigan el impulso de avance, que es su objetivo.
En esta línea, es simbólico el anuncio inmediato y coincidente de una medida concreta de las planteadas, por la cual convocan ayudas por valor de un millón de euros para jóvenes emprendedores (dirigidas a dar apoyo al menos a 70 acciones de ciudadanos entre 15 y 24 años), mostrando la dirección de impulsar y generar crecimiento a partir de acciones directas sobre las personas, específicamente las más jóvenes.
La Comunicación es el documento inicial que ha de irse concretando en multitud de acciones concretas y específicas, pero el resumen de sus líneas centrales encaja claramente con las necesidades y posibilidades de Canarias:
Poner a las personas en primer lugar: Mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las regiones ultraperiféricas, garantizar la calidad de vida de las personas, hacer frente a la pobreza y desarrollar oportunidades para los jóvenes.
Aprovechar los activos únicos de cada región, tales como la biodiversidad, la economía azul o el potencial de investigación, así como abordar sus limitaciones.
Apoyar una transformación económica sostenible, respetuosa con el medio ambiente y neutra para el clima, basada en una transición ecológica y digital.
Reforzar la cooperación regional de las regiones ultraperiféricas con los países y territorios vecinos.
Por lo que, en los próximos años de sobrecarga de gestión administrativa, fruto del desarrollo de las medidas para salir de la crisis, se hará necesario mantener y organizar la atención eficiente que permita que no se pierda el potencial de esta Estrategia específicamente diseñada para los intereses de Canarias.