Desde el 25 de noviembre a 1 de diciembre de 2024 se celebró en el Centro de Exposiciones y Convenciones de Busan (República de Corea), la quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación INC-5 para elaborar un instrumento internacional, jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos (incluido el medio marino).
El evento congregó a más de 3.300 delegados, entre ellos representantes de más de 170 naciones y observadores de más de 440 organizaciones, para dar cumplimiento al Acuerdo alcanzado en 2022 por la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para poner fin a la contaminación por plásticos mediante un instrumento internacional jurídicamente vinculante (esta es la clave del objetivo planteado), un Acuerdo que se ha considerado como el más importante en materia de medioambiente desde el de Paris.
Esta reunión sigue a cuatro rondas anteriores de negociaciones: El INC-1, que tuvieron lugar en Punta del Este (noviembre 2022); INC-2 en París (junio 2023); INC-3 en Nairobi (noviembre 2023) y el INC-4 en Ottawa (abril 2024). En las que se incorporaron mucha elaboración y trabajo de convergencia desde posturas distantes para abordar el problema ambiental “mundial “del plástico.
El problema, en grandes cifras se puede objetivar en:
-La contaminación por plástico pasó de 2 millones de toneladas en 1950 a 348 millones en 2017, convirtiéndose en una industria mundial valorada en 522.600 millones de dólares y que se prevé pueda duplicarse hasta el 2040.
-Según el PNUMA (agencia de la ONU para el medioambiente), los impactos de la producción y la contaminación debida a los plásticos son una catástrofe en ciernes en el contexto de la triple crisis planetaria: Cambio Climático; pérdida de la naturaleza y contaminación.
-La exposición a los plásticos perjudica la salud humana, puede afectar a la fertilidad y a la actividad hormonal, metabólica y neurológica.
-La quema abierta de plásticos contribuye a la contaminación del aire. Para 2050 las emisiones las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción, uso y eliminación de plásticos representarán el 15% de las emisiones permitidas, según el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C.
-Cada año llegan a los océanos unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos y esta cifra podría triplicarse de aquí a 2040. Mas de 800 especies marinas, oceánicas y costeras se ven afectadas por esta contaminación por ingestión, enredo y otros peligros asociados.
La reunión terminó sin poder llegar al Acuerdo mandatado de conseguir un documento jurídicamente vinculante antes del 2024 (a pesar de la evidencia generalizada de la magnitud del problema de los plásticos en la naturaleza, tanto en tierra como en mares y océanos y del esfuerzo realizado por los participantes), con la decisión de darla por aplazada y dejar tiempo para impulsar el Acuerdo en torno al documento básico que se alcanzó, denominado “Texto de la Presidencia”.
Como en todos los procesos de cambio hacia mejoras ambientales, también en este caso se ha señalado como el proceso necesario es un cambio hacia una economía circular, que puede: Reducir el volumen de plásticos que llega a los océanos en más de un 80% para 2040; la producción de plástico virgen en un 55% y las emisiones de gases de efecto invernadero en un 25%. Ahorrar a los gobiernos 70.000 millones de dólares para 2040 y crear 700.000 puestos de trabajo adicionales (principalmente en los países del sur).
Los principales puntos básicos de divergencia han sido los objetivos industriales: Reducción de la producción de polímeros plásticos primarios; prohibiciones y restricciones de sustancias químicas peligrosas en los productos plásticos, así como los que pueden resultar peligrosos y ser evitables. Es en estas cuestiones donde se ha producido el enfrentamiento entre los principales países productores de petróleo y los de la denominada «Coalición de Alta Ambición», que incluye a la UE, el Reino Unido y Canadá, así como muchos países de África, América Latina y el Pacífico.
Aunque técnicamente sea diferente (por la propia naturaleza del problema que se pretende abordar), la dificultad de alcanzar este Acuerdo Global “jurídicamente vinculante” respecto de los otros grandes Acuerdos internacionales de carácter medioambiental gestionados en otros foros específicos de trabajo de la ONU (cuyas últimas reuniones han sido los COP 16 y COP 29), en realidad tienen la misma dificultad intrínseca:
En todos estos procesos, la dificultad central se deriva del hecho de que con independencia de la importancia que tengan las consecuencias de la circunstancia que se ha de corregir (incluyendo la supervivencia de la humanidad en una proyección de futuro razonable), el hecho cierto e inequívoco es que los procesos necesarios para controlar los efectos previsibles van a producir damnificados y beneficiados y la distribución de ellos no será previsiblemente ni justa ni equitativa y lo mismo sucederá con los costes y beneficios directos de la gestión de los procesos necesarios para alcanzar los cambios.
En el caso de los plásticos, se da el factor adicional de que algunos efectos alcanzan necesariamente a la vida cotidiana de los ciudadanos, que no encuentran justificaciones ni evidencias que los hagan aceptables si no tienen la información adecuada de cómo estos cambios son importantes para los objetivos ambientales próximos y globales.
La magnitud y alcance del proceso necesario para que los ciudadanos, de forma generalizada puedan entender con claridad la naturaleza de los esfuerzos que se les solicitan, es grande y no se le está prestando atención suficiente, ya que para que puedan ser eficaces y aceptables, los ciudadanos deben poder entender también (al menos con la misma claridad), que el proceso estará dotado de mecanismos compensatorios, mediante los cuales se hará distribución de las ventajas y beneficios que se producirán en determinados lugares y colectivos específicos con los otros donde se van a generar las desventajas.
Las consecuencias de prestar mayor atención a los procesos y acciones de gran escala, a su explicación y transmisión mediática general y no a las de detalle que requiere el entendimiento ciudadano, está produciendo efectos concretos en dos direcciones:
-La negación de las necesidades y de los procesos científicos que las establecen.
-La confrontación de las consecuencias negativas cercanas e inmediatas con ventajas generales lejanas en el lugar y en el tiempo en que suceden.
La percepción ciudadana y los criterios asociados necesarios a los grandes compromisos y retos requieren de información clara documentada, apoyada en procesos continuados, incluyendo la confrontación directa con la negación y minimización de los efectos que los procesos que se ponen en marcha tratan de evitar.