El sistema de almacenamiento energético Chira-Soria como pieza clave del futuro

Canarias7

Es de conocimiento general que no hay idea más difícil de explicar que la evidente. Al igual que incluso las mayores evidencias no son nunca absolutas o universales. Esta es la posición de partida para muchísimas personas (entre las que me encuentro), para explicar el extraordinario interés general y la enorme oportunidad qué significa poder disponer lo antes posible de un sistema hidráulico de almacenamiento de energía como el diseñado en Chira-Soria en la isla de Gran Canaria.

Igual de evidente y general para los que apoyamos la gran oportunidad e interés de este proyecto, es que se requiere en él, de forma esencial e intrínseca la minimización de su impacto ambiental. Entendiendo y asumiendo que el impacto ambiental que finalmente resultará será enormemente compensado por las medidas directas que se tomarán en la construcción y operación además de las aportaciones críticas que su funcionamiento hará para conseguir un sistema energético insular 100% libre de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en línea con los intereses y planes establecidos en Europa.

Entiendo la naturaleza del intenso debate de «detalle” (sin tratar de minimizar su importancia) de: “Por dónde pasan tubos o cables, si estarán más o menos enterrados o descubiertos, como maximizar las ventajas y minimizar los peligros de tener una enorme cantidad de agua a gran altura en la Isla, las molestias y disturbios que las obras pueden causar durante su ejecución, etc”. Este importante debate se está desarrollando y están interviniendo en el mismo personas, organizaciones e instituciones implicadas capaces para ello, que están consiguiendo que mayoritariamente se vayan alcanzando los acuerdos y consensos para qué la ejecución se haga sin duda de la mejor forma posible general y con el mínimo impacto ambiental.

Por ello, no haré aquí ninguna referencia a estas cuestiones, sino que intentaré incorporar a la reflexión actual algunos elementos estratégicos de gran importancia para el futuro de Gran Canaria y Canarias, derivados de los desarrollos tecnológicos ligados al medio marino que se han venido produciendo en los últimos años, en alguno de los cuales he tenido la oportunidad de participar y conocer directamente y que añaden al sistema Chira/Soria valores adicionales de gran importancia.

Este almacenamiento de energía eléctrica, para cumplir con eficacia sus funciones previstas (en particular la de contribuir a conseguir un sistema energético medioambientalmente sostenible), requiere y da soporte a una muy importante producción eléctrica basada en energías renovables. El viento y la radiación solar actualmente y las olas probablemente en un futuro próximo, son afortunadamente muy abundantes en Canarias y es bien conocido que los sistemas para su aprovechamiento ocupan espacios importantes (particularmente la fotovoltaica qué en la actualidad es la más eficaz), lo que supone un estrés adicional a la gestión de los espacios insulares que son intrínsecamente limitados.

s, aunque de forma más próxima en la eólica, el aprovechamiento en el mar de esta energía es posible con eficacia creciente y de forma acelerada (en la actualidad las máquinas de mayor capacidad que se instalan en tierra están en torno a las 5 MW y las que lo hacen en el mar a los 15 MW, con previsiones de importantes aumentos dado el contenido de los ensayos que se están realizando (algunos muy importantes en Gran Canaria). Esta situación y las previsiones existentes harían posible liberar el espacio terrestre en las islas y en zonas costeras de la presión, trasladando al mar las ubicaciones donde los espacios necesarios son ampliamente disponibles y el impacto ambiental qué se produce es menor y se va minimizando a medida que se simplifican los elementos de fondeo y se aleja su ubicación de la plataforma continental.

Por otro lado, el desarrollo de los cables conductores submarinos de gran potencia hace posible la conexión de cualquier cantidad de energía producida en el mar hasta tierra donde sea necesario, a la vez que también permiten la interconexión de las islas a distancias y profundidades impensables hasta hace muy poco tiempo.

De forma paralela, para conseguir el equilibrio ambiental necesario harán falta nuevos combustibles y materias primas que sustituyan a las usadas actualmente de origen en combustibles fósiles. Esta sustitución se hará fundamentalmente a partir del agua y los gases atmosféricos junto con la energía renovable necesaria para su producción y en aquellos lugares con las condiciones más favorables (como es el caso del Archipiélago), en torno del cual se sitúa aproximadamente el 50% de la Zona Económica Exclusiva ZZE española, qué podrá ser aún mayor cuando culmine el proceso de extensión actualmente en marcha en la ONU.

Con la disponibilidad de estos nuevos elementos, la visión estratégica del sistema energético que conviene alcanzar debe parecerse a la realidad de los ecosistemas naturales más estables y eficientes, qué son aquellos que incluyen la mayor diversidad posible. En este caso, articulando en Canarias un mix energético complejo basado en la reducción de consumos y la gestión inteligente de las redes, que hagan posible la integración, gestión de productores y consumidores de todos los tamaños y tecnologías disponibles.

Si se diseña y gestiona bien esta situación emergente, lo que «empieza» realmente con el sistema de almacenamiento Chira-Soria será el proceso que haga posible conseguir en Gran Canaria el objetivo medioambiental del 0% de emisiones de GEI, previsiblemente antes de la fecha objetivo europeo del 2050.

Este modelo deberá ser muy parecido en Tenerife, aunque adaptado a su realidad insular qué parte de una situación de mayor limitación inicial, al tener que construir los depósitos en altura que en Gran Canaria ya son disponibles (Chira-Soria). Estos dos sistemas insulares centrales y de mayor dimensión conectados entre sí y con La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote (dando adicionalmente soporte a El Hierro, La Palma y La Graciosa), deberá permitir alcanzar una situación absolutamente inimaginable: “La Autonomía Energética” de Gran Canaria y del Archipiélago, así como otro objetivo igualmente inimaginable:  “Como hacer  posible una actividad económica que puede producir, por primera vez en la historia, el empleo suficiente para sostener la población canaria”. Todo ello comienza y se acelera con el sistema Chira-Soria.

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