De la situación actual de la Pandemia del CV19, probablemente lo único claro es que, ha sido mucho más grave de lo que se había pronosticado, que con seguridad será más larga y complicada de lo que había venido diciendo. Con dos consecuencias, los daños van a ser mucho mayores y la salida mucho más difícil de lo que nadie había previsto. A partir de aquí es necesario revisar constantemente las previsiones y los planes en todos y cada uno de los planos posibles, para actualizarlos y evitar que sean obsoletos/inútiles antes de empezar a ponerlos en marcha.
Sin duda, uno de los pocos elementos de ánimo en esta situación, ha sido el conjunto de medidas que la Unión Europea ha acordado poner en marcha (estamos ahora en el difícil, y siempre más largo de lo deseado, tiempo para los arreglos burocráticos), ya que, aunque nadie sabe si serán suficiente, todos están de acuerdo en que son la clave para iniciar la salida de la actual crisis.
Se puede recordar que la Unión Europea suele marcar y señalar sus horizontes de trabajo con palabras o frases que de alguna manera fijen y mantengan la orientación y atención. En el anterior periodo el término «inteligente» marcó como adjetivo prácticamente todas las iniciativas y dio lugar a un concepto muy concreto, la Especialización Inteligente que era la estrategias con la que las comunidades deberían poner en marcha sus programas para conseguir tener un mejor y más eficiente desarrollo.
Los trabajos de planificación del actual periodo se basaron antes de la Pandemia en una estrategia de crecimiento apoyada en lo que se denominó Pacto Verde y en el concepto de Sostenibilidad Competitiva basado en los cuatro aspectos centrales: Sostenibilidad medioambiental, Productividad, Equidad y Estabilidad Macroeconómica, habiéndose se señalado en los documentos de referencia que siguen siendo los principios rectores en los que se deben basar los planes de Recuperación y Resiliencia que los Estados miembros deben elaborar para hacer recibir las aportaciones económicas para hacer posible una recuperación ecológica, digital y sostenible.
Cuando se ha tenido la posibilidad de conocer y seguir las estrategias europeas, al menos en este caso desde la incorporación de España, se entiende con relativa facilidad que las ideas «fuerza» de cada periodo son importantes esencialmente y no pierden vigencia por quedar detrás de las nuevas, sino por el contrario convienen que sean la base en que se soporten.
La Comisión ha establecido como fecha límite para la presentación de los planes de recuperación y resiliencia de los Estados miembros el 30 de abril de 2021, animando a que presenten anteproyecto desde el 15 de noviembre para tener tiempo de llegar a los acuerdos necesarios. Este trabajo corresponde a las administraciones y hay constancia y evidencias de que se está desarrollando.
En paralelo empiezan a aparecer informaciones de acciones concretas, en la que los promotores pretenden que se materialicen finalmente los presupuestos y es aquí donde es importante entender que se debe hacer para que los programas y fondos que la estrategia movilizará, sean útiles a las comunidades para su desarrollo y salida de la crisis, recuperando e incrementando el crecimiento y el empleo.
Es a partir de esta situación donde conviene volver aflorar el concepto de Especialización Inteligente que de forma muy simple quiere decir: Si te dedicas a hacer lo que mejor sabes, para lo que estás más preparado y para lo que estás bien situado, serás más competitivo y podrás crecer más y mejor. Este, sin duda, es el ejercicio que corresponde ahora y ha de hacerse con rapidez y claridad, de forma cooperativa público-privada y con determinación, hay que encontrar y señalar cuales son en Canarias. En el contexto de esta página corresponden reflexionar sobre cuál es la contribución a la Especialización Inteligente que corresponde a los actores de la Economía Azul.
Comenzaremos hoy por el sector homogéneo de mayor tamaño y concentración que es el de la Reparación y Construcción naval. Este un sector maduro, sólido y de éxito, concentrado en el Puerto de Las Palmas. Básicamente exportador (prácticamente el 75% de su producción) estructurado en más de 80 empresas auxiliares en torno a dos astilleros Astican y Zamakona (que sobrevivieron a la enorme crisis del sector), que facturan prácticamente 500M de euros anuales, representando directamente el 1,1 del PIB y el loco el 1,29 del empleo total de la región en 2017, según el Informe de Actividad de la Economía Azul en Canarias 2019 del CETECIMA.
El conjunto empresarial ha sufrido la Pandemia pero con la característica hacerlo con un porcentaje menor de impacto y una tendencia de salida más rápida según distintos indicadores y comunicaciones de los líderes del sector, lo que le confiere un carácter estabilizador importante. Estas características de madurez y estabilidad, son la mejor base para impulsar el crecimiento.
Los documentos que se conocen del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de Europa no hacen ninguna referencia específica al sector, sin embargo, es posible ver con claridad su encaje si se analizan ejemplos concretos de las actividades actuales y de mayor importancia las futuras del sector.
La flota mundial que da soporte a la movilización de la mayor cantidad de mercancía en el mundo, en este momento está iniciando la sustitución del combustible de propulsión por otros sin impacto, lo que impulsa motorizaciones neutras en los nuevos buques, pero más importantes la adaptación de los actuales.
Una parte importante de las nuevas energías renovables se van a desarrollar e instalar el mar y en ellas un núcleo suficientemente grande de sus elementos serán construidos en los astilleros (y los canarios ya han comenzado esta tarea de construcción naval).
La fabricación deslocalizada de pieza y componentes como soporte de la actividad del astillero y su industria auxiliar, pone en marcha tecnologías limpias con perspectivas de futuro.
Todas estas actividades más las que se derivan de la navegación autónoma requerirán de una enorme participación de procesos digitalizados, en muchos casos disruptivos de los que se vienen a denominar Industria 4.0, Big Data e Inteligencia Artificial.
Es pues claro, que el Crecimiento Azul, en este caso La Reparación y Construcción Naval deben ayudar a impulsar la Salida Inteligente de la Crisis como parte significativa del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en Canarias.