PacWave South Universidad de Oregón. Una referencia.

Canarias7

El 25 del pasado enero, el Departamento de Energía de los Estados Unidos como acción de la Water Power Technology Office (WPTO), anunció la adjudicación de 25 M$ para apoyar el desarrollo de ocho proyectos innovadores en el campo de las energías marinas. Son proyectos de I+D+i que constituyen el resultado de la primera ronda de financiación de ensayos en mar abierto, a desarrollar en el área de pruebas PacWave de la Universidad de Oregón, frente a las costas de la ciudad de Newport. Han sido seleccionados mediante proceso abierto y competitivo, con el objetivo de que puedan iniciar los ensayos en el mar durante 2023, año en que el área estará operativa según lo previsto.

El soporte económico se ha estructurado para que pueda ayudar a desarrollar los ensayos en los tres niveles básicos generales:  Probar prototipos de tecnologías de Generadores Undimotrices de Electricidad (GUE); avanzar en diseños previos de nuevos GUE e impulsar la investigación y desarrollos tecnológicos en niveles más iniciales de I+D.

El PacWave es un área de ensayo que inició su tramitación administrativa en 2013 y se comenzó a construir el 1 de junio de 2021, ocupando una superficie en torno a los 10 Km2 (aproximadamente la mitad del área de PLOCAN), teniendo prevista la entrada en operación en 2023. Los primeros dispositivos se conectarán a la red en 2024 (cuando se complete el conjunto de instalaciones del banco de ensayo), tanto en el mar como en tierra.

 

En su página web se señala qué es el primer emplazamiento de pruebas para el desarrollo de energía undimotriz de los Estados Unidos, ya que en Europa existen al menos tres, siendo uno de ellos PLOCAN, que fue estudiado como parte de las referencias iniciales por los promotores americanos para el emplazamiento del PacWave.

Podría parecer sorprendente (con los criterios locales habituales), qué en una línea de desarrollo tecnológico, como es ésta específicamente, uno de los lugares de referencia mundial se encuentre en Canarias. No lo es por cuanto, el conocimiento y su desarrollo no está localizado en lugares físicos concretos, se localiza en las personas que los plantean, desarrollándose mejor o peor según los entornos científicos técnicos e industriales en quienes deban tratar de llevar a cabo las ideas e iniciativas correspondientes.

En este caso de Estados Unidos, aunque se ha iniciado más tarde, ya han movilizado casi 80 M$ en la infraestructura y en paralelo (sin estar terminada), han hecho una primera ronda de financiación de 25 M$, que será seguida con gran seguridad por otras en los próximos años. Adicionalmente han establecido que la mayor parte de los prototipos (los de tipos conocidos) estén preautorizados para su instalación y a los desconocidos actualmente o que puedan aparecer, se les garantiza un procedimiento de tramitación completo en menos de un año.

Al comparar el proceso en Estados Unidos con la situación europea, aparece razonablemente claro, que la determinación americana es tardía, pero más firme, garantizando un proceso de mayor aceleración tecnológica que el europeo. Su entorno inversor aportará con mucha mayor facilidad, una capacidad de inversión inicial de hasta 100 M$, con aceptación de mayores riesgos, con tiempos de gestión y captación muchísimo más cortos.

 

En Europa, los tres bancos de ensayo principales tienen un nivel de apoyo decreciente norte-sur, como quedó objetivado en el proyecto Europa Wave (cofinanciado con fondos comunitarios), liderado por el EMEC en Escocia (por su mayor nivel de compromiso general y económico), con la participación del español BIMEP (gracias al apoyo decidido del Ente Vasco de la Energía). De este importante proyecto quedó descolgado PLOCAN por la falta absoluta de soporte de las dos administraciones titulares del Consorcio que lo podían haber hecho posible, la estatal y autonómica.

 

A pesar de los años de ventaja en el proceso de puesta en marcha de los bancos de ensayo españoles, solo lo han hecho 4 tecnologías nacionales, consecuencia de que el apoyo inicialmente prestado por el Ministerio español (responsable de ciencia) que en su momento fue decidido y potente, se ha reducido de forma importante para este tipo de proyectos industriales (en fase muy temprana).

 

Además de los recursos económicos, los requisitos regulatorios y administrativos siguen sin estar bien resueltos y mucho menos es posible estimar el tiempo necesario para que los promotores obtengan la autorización definitiva que haga posible el inicio de las operaciones, lo que en muchos casos es absolutamente disuasivo para este tipo de proyectos.

 

Partiendo del conjunto de problemas claros y objetivos señalados, el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia diseñado e impulsado desde Bruselas para la superación de los efectos de la pandemia, se presenta sin duda, como una oportunidad única respecto de la cual debería producirse una concertación y determinación público-privada, para hacer posible recuperar y acelerar el proceso de llegada al mercado de los captadores de energía undimotriz, con el consiguiente beneficio de sustitución de producción eléctrica basada en combustibles fósiles, además del impulso económico y empleo que este desarrollo produce.

La oportunidad no es suficiente si no se aprovecha debidamente. Los indicios y previsiones que se van conociendo, parecen muy adecuados y positivos: El marco general del PRTR; la hoja de Ruta de la Energía Azul; la «inminente» publicación de la ordenación del espacio marítimo (POEM); la Estrategia Canaria de Economía azul; El PERTE de Energía  Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento; además de las declaraciones  de Teresa Rivera, Vicepresidenta tercera del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que durante su visita de esta semana pasada, conjuntamente con Ángel Víctor Torres, Presidente del Gobierno de Canarias, apoyaron genéricamente el impulso global de la EERR y específicamente en Canarias, concretando un primer compromiso de más de 400 M€ ampliable hasta prácticamente la duplicación.

 

Sin embargo, a pesar de todo ello, se mantiene un nivel de incertidumbre difícil de valorar porque las decisiones concretas están tardando mucho en producirse. La reciente publicación de “Peticiones de Expresión de Interés” relativas a modelos de negocios y proyectos singulares de transición energética en las Islas Canarias (que es magnífica por tratar de acercarse lo más estrechamente  a la realidad regional), no parece tener en cuenta que diciembre de 2023 es la fecha límite para comprometer los proyectos. La prolongación de los tiempos que la administración está tomando para la gestión del PRTR, limita  peligrosamente el tiempo que las entidades públicas y privadas van a tener para preparar “buenos” proyectos y aún peor, para ejecutarlos adecuadamente.

 

¡COMPARTE!

Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin