Pesca y Acuicultura.

Canarias7

Las referencias al Crecimiento (o Economía) Azul  frecuentemente suelen referirse o poner mayor énfasis en las actividades que pueden identificarse como emergentes. Sin duda la propia novedad de las actividades y expectativas qué de ellas se derivan les prestan un interés importante que se refleja en la atención que  reciben.

Esta circunstancia no debe ser un obstáculo para entender que las actividades preexistentes (pesca, acuicultura, trasporte marítimo, construcción/reparación naval, etc…),  denominadas ahora como actividades maduras o tradicionales, son de la mayor importancia (tanto en su valor actual como en el que deben conseguir en el futuro). La experiencia que acumulan y las posibilidades  sinérgicas entre ellas son claves en el Crecimiento Azul.

Antes de tratar de contextualizar la pesca y la acuicultura en la visión del Crecimiento Azul, resulta necesario hacer unas consideraciones previas de la situación actual y de las previsiones de futuro de cada uno estos sectores.

Es imprescindible recordar que los recursos propios, ligados a las condiciones oceanográficas del archipiélago son muy escasos, las cifras de captura y su valor (2017) muestran claramente la mínima dimensión del sector. Así mismo, tras siglos de actividad pesquera, todos los recursos «explotables» en Canarias, están sobreexplotados o muy cerca de estarlo, Esta escasez de recursos genera una situación de conflicto permanente entre los pescadores profesionales y los deportivos de cualquier modalidad.

A este condicionante objetivo derivado de la naturaleza de los recursos y su dimensión, se ha de sumar que históricamente la administración pesquera española (una de las potencias pesqueras mundiales) y la canaria no han encontrado la estrategia ni los medios para conseguir un sector con certezas y expectativas claras.

De forma muy simplificada, hay que señalar que el único futuro posible de la pesca es encontrar «la sostenibilidad», entendida en todos sus aspectos:

El de los propios recursos, no se puede pescar más que lo que los recursos dan de forma estable.

El  ambiental, la pesca no puede producir problemas ambientales adicionales en el mar sino debe contribuir al resolverlos.

El reparto equilibrado de las capacidades de captura entre los distintos interesados.

El económico, de forma que el sector no requiera de forma permanente y continuada ayudas para su mantenimiento.

Adicionalmente, todas las partes implicadas deben ser conscientes del crecimiento de planteamientos de oposición radical a la pesca, que van creando conciencias sociales difíciles de revertir cuando alcanzan determina las dimensiones.

La falta de trabajadores y de vocaciones para el sector pesquero, son un indicador que debería tenerse muy en cuenta, ya que viene a mostrar con claridad que la suma de las condiciones de trabajo, las retribuciones que se obtienen por él y el prestigio social de la actividad, no tienen el atractivo suficiente para las nuevas generaciones.

La acuicultura tiene unas condiciones de análisis iniciales potentes, su crecimiento anual en el mundo ha sido constante desde su introducción en el mercado, adelantándose en muchos años la previsión de superar en magnitud a la pesca extractiva en el mundo, así mismo, hay un consenso generalizado respecto a que es un procedimiento muy eficaz para producir proteínas de calidad para los humanos contribuyendo de forma importante para la dieta del futuro. Adicionalmente las condiciones del medio en Canarias tienen una ventaja de crecimiento para algunas especies que ya están en el mercado y en otras que previsiblemente llegarán. Estas condiciones del entorno oceánico que resuelven definitivamente la compatibilidad ambiental, son extremadamente favorables para que la acuicultura offshore de mayor importancia se pueda desarrollar en Canarias, permitiendo una actividad económica porcentualmente significativa en el PIB regional, muy necesitado de equilibrio y estabilidad con proyección de futuro.

La situación de la acuicultura en Canarias, sin embargo, no parece corresponder a este análisis, ni a la disponibilidad de impulso económico propiciado por la Unión Europea durante los últimos años. La serie histórica permite confirmar que tras un periodo inicial de crecimiento la producción se ha estabilizado manteniéndose en torno a las 7500 toneladas. La causa objetiva de la paralización ha sido la transposición a Canarias de procedimientos de planificación continentales, sin criterios específicos, que llevaron a la Administración Canaria a embarcarse en un arduo proceso de regulación, dando lugar finalmente al PROAC (Plan Regional de Ordenación de la Acuicultura), respecto del cual lo mejor que se puede decir, es que se concluyó y terminó con el bloqueo fáctico de la acuicultura, abriéndose ahora un complejo proceso que hará que su desarrollo sea difícil y lento, aunque se debe esperar que encuentren medidas que al menos palien la situación.

En el contexto del Crecimiento Azul y como parte intrínseca de él, se han de tener en cuenta dos principios esenciales: El estímulo en el crecimiento sostenible de todos sus elementos y el impulso de sinergias entre ellos. No hay contradicción (más que aparente) entre afirmar que el recurso pesquero no es previsible que crezca y plantear el crecimiento del sector pesquero, en este objetivo hay muchas cosas que hacer, por ejemplo aumentando la selectividad de las artes de pesca hasta tamaños por encima del de reproducción, que produce un beneficio directo sobre la protección de la especie y una mejora en el valor de la venta en el mercado, trabajando en todos los pasos hasta el mercado (sirva como referencia como en el salmón aumenta volumen de venta y precios constantemente en el mercado español), etc… en definitiva se debe añadir constantemente nuevo valor y eliminar ineficiencias.

La acuicultura en Canarias tiene objetivos básicos conocidos y poco desarrollados desde sus inicios, de un lado la búsqueda de las especies y los tamaños o cualquier característica que singularice el producto en los mercados objetivo y de otro aumentar el volumen de producción con la finalidad de llegar a tener una cadena de valor más completa, empezando por la producción de alevines, la fabricación de pienso y de otros productos auxiliares, entre otros.

El enfoque global del Crecimiento Azul debe permitir que la zonificación y planificación espacial que se está generalizando en Europa, no termine por convertirse en una nueva barrera burocrática que se oponga el crecimiento, sino en una oportunidad para generar sinergia entre sus componentes. Sirvan de ejemplo las posibilidades de pesca en áreas acotadas y reservadas para otras actividades o las infraestructuras multipropósito o de colocalización que permiten, entre diferentes soluciones, producciones de acuicultura en o con instalaciones de generación eléctrica eólica.

 

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