¿Qué futuro tiene la acuicultura en Canarias?

Canarias7

Comentamos hace unos meses la Memoria de Sostenibilidad de la Acuicultura Española publicada por APROMAR (organización representativa de la patronal del sector), respecto de la cual señalábamos el nivel de madurez y responsabilidad que la publicación indicaba y valorábamos el esfuerzo de transparencia que suponía. El documento sirvió para fundamentar una reflexión sobre el papel que la acuicultura tiene y sobre todo tendrá, como aportación a la alimentación de la población mundial con producto sanos, alimenticios y medioambientalmente sostenibles. En el mismo contexto, recogíamos elementos de actualidad en Canarias que indicaban posibilidades y oportunidades en el sector que deberían poder ser aprovechadas.

En los últimos días APROMAR ha hecho público su Informe Anual 2021 de la Acuicultura en España. La recopilación recogida en este Informe es el mejor conjunto de datos actualizados, relevantes y de interés del sector, por cuanto recoge los primeros resultados del comportamiento de esta industria en 2020, mostrando el impacto de la Pandemia sobre el mismo (que resulta en este contexto más difícil de valorar por las consecuencias de la borrasca Gloria en enero de 2020 en el Mediterráneo), además presenta el conjunto de datos de la década 2011-2020 que permite una visión con perspectiva, importante en el momento actual en que se plantea la reflexión para la salida económica de la crisis en Canarias, coincidiendo  en este contexto con el planteamiento de La Estrategia de Economía Azul 2021-2030.

Conviene señalar una vez más, que los animales acuáticos son los generadores más eficientes de proteína alimenticia, dado que viven y se desarrollan flotando en el agua y no consumen energía para mantener su temperatura corporal. El impacto ambiental de la actividad industrial dedicada a producir cantidades crecientes de estas proteínas es adecuadamente medible, por ello los esfuerzos continuos por disminuirlos son perfectamente cuantificables y en consecuencia puede ser controlados y mejorados continuamente, lo que será sin duda una pieza clave para mejorar la situación descrita en el Informe del IPCC, que estima que entre el 25 y el 30% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero son atribuibles al sistema alimentario, contribuyendo también en gran medida a la contaminación del aire, el suelo y el agua.

Cualquiera de los escenarios previstos de crecimiento de la población mundial implica un aumento importante de la demanda de alimentos, que tendrá que ser necesariamente atendida. El crecimiento necesario para dar satisfacción a esta demanda tendrá además que contribuir insoslayablemente a disminuir los efectos ambientales negativos antes referidos. En este escenario la Acuicultura será sin duda una pieza clave aportando una cantidad crítica y una reducción de impacto en valor relativo y absoluto.

El informe recoge una visión nacional y global de la acuicultura en España y este número continúa dando valor a la serie informativa que APROMAR aporta, siendo sin duda referencia imprescindible para el conocimiento y seguimiento del sector. En lo que sigue nos centraremos en la información recogida sobre Canarias, específicamente referente a la producción de Dorada y Lubina que conforman prácticamente de forma exclusiva el sector (lo que sin duda es una debilidad adicional). La producción media anual en los últimos 10 años ha sido de 7487Tn (el 21,6% de la producción nacional), lo que ha hecho que Canarias sea la segunda comunidad en producción tras la Valenciana. El potencial de crecimiento basado en la demanda nacional y europea en el desarrollo de la acuicultura offshore, la introducción de nuevas especies y las condiciones naturales de Canarias señalan, según las previsiones más conservadoras, la capacidad de duplicación del sector en la presente década y las más optimistas hacen posible cuadruplicar la dimensión actual.

Los datos de producción que aporta el Informe se refieren únicamente a cantidades producidas y puestas en el mercado por las empresas de acuicultura, sin considerar las cantidades de producto existente en las granjas, con independencia de si están o no en condiciones de ser comercializadas.

La serie de datos de la década 2011-2020 muestran con claridad la tendencia a la disminución en la producción de Dorada, compensada por un crecimiento ligeramente mayor en la producción de Lubina, lo que coincide con las mismas variaciones en el ámbito nacional y que en una visión de década señala el estancamiento del sector (ya que las dos especies se sustituyen mutuamente con facilidad en el mercado). Lo que puede entenderse en parte, considerando que la década coincide con el período de parálisis administrativa del sector en Canarias como secuencia del proceso de elaboración de la planificación de los espacios para la acuicultura en Canarias (PROAC). Está por confirmarse que su puesta en vigor sea elemento sustancial para facilitar el desarrollo de la acuicultura y que ha justificado su elaboración. Los primeros indicios que se han observado no parece que sea así, sino por el contrario puede llegar a ser una barrera adicional.

Es evidente que las empresas son las protagonistas de su impulso y desarrollo, pero no se puede perder de vista (dado que su actividad se desarrolla básicamente en dominio público y su producto se dirige al consumo humano) que la reglamentación administrativa a la que están sometidas es enorme. La importancia de esta realidad se evidencia cuando se observan los países donde el crecimiento de la acuicultura es más rápido (en las especies de interés para Canarias son Grecia, Turquía y Egipto), es fácil de comprobar qué tienen en común las mayores facilidades para el desarrollo de la actividad.

Se debe entender que en el contexto europeo que compartimos, no es planteable que la facilidad necesaria para su desarrollo se derive de la limitación o relajación de los requisitos de todo tipo y específicamente los ambientales, por tanto, solo es posible desde la determinación y materialización de procesos administrativos de la máxima eficacia, afrontados con la mayor anticipación.

Las condiciones  para la acuicultura en Canarias de especies de aguas templadas (que por simplificación se han venido en denominar mediterráneas) son extraordinarias, por lo que deberían ser aprovechadas para que el sector se consolide como una actividad económica necesaria, con alto grado de crecimiento económico  y empleo, más necesarios ahora (ya lo era antes de la Pandemia) y que se puede integrar en la actividad de transformación y resiliencia programada e impulsada con carácter general desde Europa en este momento.

A las Administraciones les corresponde tener una estrategia y un plan claro, conocido y transparente, que de certezas a las empresas para la movilización de sus iniciativas individuales. La decisión respecto al futuro de la acuicultura en Canarias como sector potente y significativo depende básicamente de la Comunidad Autónoma, que tiene la competencia prácticamente exclusiva y por tanto puede tomar la iniciativa utilizando la Estrategia Canaria de Economía Azul (2021-2030) como instrumento organizador y dinamizador.

 

 

 

 

 

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