En un esfuerzo de aceleración de los procedimientos de elaboración y aprobación de sus documentos estratégicos, la Comisión Europea ha publicado el 18 de mayo, la Comunicación: Plan RERowerEU (COM 2022) N230, como una respuesta a la crisis generada: “La agresión militar no provocada e injustificada de Rusia contra Ucrania ha perturbado enormemente el sistema energético mundial. Ha causado dificultades como consecuencia de los elevados precios de la energía y ha acentuado las preocupaciones en materia de seguridad energética, evidenciando así la excesiva dependencia de la UE de las importaciones de gas, petróleo y carbón procedentes de Rusia. Los elevados importes pagados por los combustibles fósiles rusos están ayudando a Rusia a mantener su guerra contra Ucrania”.
Como señala el documento (REPowerEU), se trata de reducir rápidamente nuestra dependencia de los combustibles fósiles rusos, acelerando la transición hacia una energía limpia y uniendo fuerzas para lograr un sistema energético más resiliente y una verdadera “Unión de la Energía”. El documento es una respuesta estratégica a la crisis basada en acelerar la decisión, impulso y compromisos europeos con el control del cambio climático y sus efectos planetarios.
El Plan, en línea con el esfuerzo generalizado en las últimas Comunicaciones de la Comisión, incluye un anexo en el que se propone un conjunto adicional de medidas con la mayor concreción “posible” para ahorrar energía, diversificar los suministros y sustituir lo más rápidamente posible los combustibles fósiles. Acelerando la transición hacia una energía limpia en Europa y combinar de forma inteligente inversiones y reformas.
Se debe prestar atención a algunos aspectos muy concretos, por la repercusión directa que pueden tener sobre las necesidades y potencialidades de Canarias. El documento señala como argumento central que: “La energía eólica, en particular la eólica marina, representa una importante oportunidad para el futuro: los recursos son estables y abundantes y la aceptación pública es mayor” y como argumento fuerza: “Europa es el líder mundial en energía eólica marina” y las medidas que incluye el Plan deben seguir reforzando la competitividad mundial del sector eólico de la UE.
La manifestación del liderazgo europeo en la eólica marina, se usa como instrumento para señalar la realidad evidente de la diferencia enorme entre los Estados miembros, con la consecuencia de prestar una atención específica y resaltada a “Acelerar la concesión de permisos y la innovación” como palanca imprescindible para conseguir los objetivos, afirmando con rotundidad que “La lentitud y la complejidad de los procesos de concesión de permisos constituyen un obstáculo clave para impulsar la revolución de las energías renovables y para la competitividad de la industria de las energías renovables”.
Explicita que la obtención de un permiso puede tardar hasta nueve años en proyectos eólicos y hasta cuatro años y medio en proyectos de paneles solares montados en suelo, sin duda usando datos promedios del conjunto (en Canarias y en el resto de España en general, se pueden encontrar ejemplos que traspasan estos periodos de tramitación).
Los distintos plazos para la concesión de permisos entre los Estados miembros demuestran que son las normas nacionales y las capacidades administrativas quienes complican y ralentizan en mayor o menor medida la concesión de permisos. Por lo que el mismo día, la Comisión presento la Recomendación (EU) (2022/822), para ayudar a los Estados miembros a aprovechar todas las posibilidades de aceleración que existen en el marco legislativo europeo.
La Recomendación propone medidas para racionalizar los procedimientos a nivel nacional, aborda las ambigüedades en la aplicación de la legislación de la UE y establece buenas prácticas en los Estados miembros, recomienda enfoques participativos que impliquen a las autoridades locales y regionales y les proporcionen los recursos necesarios para facilitar la realización oportuna de inversiones adaptadas a nivel local.
La Comisión convoca para el lunes próximo13 de junio, a expertos en energías renovables y en evaluación medioambiental de los Estados miembros, con el ánimo evidente de tratar mejorar el desconocimiento y diferencias reciprocas de formación y enfoque de èstos y que, sin duda está en el centro de muchas de las dilaciones en las tramitaciones necesarias para el desarrollo de las EERR en general y la marina en particular.
Con el mismo fin de apoyar una aceleración de los procedimientos de concesión de permisos para proyectos de energías renovables e infraestructuras conexas, la Comisión asume por su parte y ha puesto en marcha la modificación de su propuesta de Directiva sobre fuentes de energía renovables y ha pedido al Parlamento Europeo y al Consejo que garanticen un acuerdo rápido como parte del paquete de medidas «Objetivo 55».
Esta propuesta revisada pone en práctica un principio de máxima importancia como es señalar a las energías renovables como un interés público superior, introduciendo la designación de zonas «favorables» y otras formas de acortar y simplificar la concesión de permisos, minimizando al mismo tiempo los riesgos potenciales y los efectos negativos sobre el medio ambiente. No debe ser necesario señalar la importancia que para Canarias tiene alinearse con la mayor rapidez posible con este nuevo enfoque y conseguir aunar visiones y vías de avance concertadas con el Estado.
También prevé la posibilidad de crear espacios controlados de pruebas para fomentar la innovación en el sector, lo que debe abrir la solución para eliminar la absurda contradicción de tener creado el espacio y no poder emplearlo para la finalidad que se ha diseñado.
Finalmente, en el espacio de esta primera reseña, la Comisión ha propuesto que si una parte de los préstamos restantes de los 225.000M€ en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), no son solicitados por los Estados miembros (que actualmente tienen derecho a ellos), en un plazo de 30 días a partir de la entrada en vigor del Reglamento modificado del MRR, estos recursos se pondrán a disposición de otros Estados miembros.
Esto es una seria amenaza para España y sin duda para Canarias, donde hasta el momento son conocidas las dificultades para gestionar la mitad aproximada de los recursos a fondo perdido, pero no ha trascendido cual es la situación de los fondos a préstamo, sobre los que ha puesto atención la Comisión Europea.
Como viene siendo habitual, se vuelven abrir los mecanismos y espacios europeos en que se plantean oportunidades enormes para quienes son capaces de aprovecharlos, las necesidades de Canarias no deberían plantear ninguna duda para hacer los esfuerzos necesarios para radicar aquí algunas de las ventajas y beneficios que de esta situación se derivan.