Resulta frecuente al hacer análisis y estudios, que mientras se van concretando y entrando en los detalles que hacen posible poder alcanzar conclusiones de utilidad, se van diluyendo la visión global de contexto.
En el caso de análisis relativos al mar se ha de mantener continuamente la precaución de referenciarlos, desde el inicio al final, al contexto global lo que debe permitir la minimización de errores en el medio y largo plazo y para que estas referencias puedan ser realmente efectivas, deben basarse en una metodología organizada en la cual tendrían que incluirse algunos elementos conceptuales y procedimentales básicos:
La toma de decisiones basada en la mejor información existente. Esta afirmación que parece de la máxima evidencia, encierra uno de los mayores problemas a resolver, ya que en los debates trascendentes, siempre se plantea la cuestión de si la información utilizada es “suficiente”. Teniendo en cuenta la dimensión y complejidad del medio marino nunca será completa, por lo que la suficiencia de la información tiene que ser resultado de un acuerdo entre las partes implicadas y de la cuestión especifica. Por otro lado, una parte importante de la información necesaria (especialmente la ambiental) es lenta, difícil y cara de obtener, por tanto, es una necesidad permanente generar información del medio marino para la toma de decisiones, a la vez que su “limitación permanente” no puede ser una excusa para parálisis o demoras desmesuradas (el instrumento de organización de la acuicultura en Canarias el PROAC tardó más de diez años en elaborarse y su resultado demuestra que el largo proceso de reflexión y acumulación de información no ha aportado nada que justifique la demora ocurrida).
Planificación coordinada multisectorial. Esta es una necesidad tan evidente como la dificultad con que se tropieza inexorablemente para su aplicación, la realidad “disparatada” del reparto competencial entre todas las administraciones que tienen alguna participación en los temas relativos al mar. Esta “principal dificultad” para que las estrategias necesarias consigan la mejor relación conservación/sostenibilidad económica, es bien conocida y no por ello superable de forma funcional. La solución de este problema es difícil en todas partes, las mejores aproximaciones que se conocen se basan siempre en el impulso social que se termina por concretar en países/regiones (según el caso) con Ministerios/Consejerías «del mar”, y en algunos casos, también hay ejemplos de coordinación/concertación eficientes con instrumentos y herramientas específicamente diseñadas de menor rango administrativo.
Visión global y participación activa. La gestión del binomio conservación/sostenibilidad económica en un archipiélago es crucial y está sometido a un doble condicionante, de un lado las decisiones en diferentes campos que se producen, (por ejemplo: la ONU, la Comisión Europea, Organizaciones Internacionales, Administración Nacional… guiadas y dirigidas por sus campos competenciales respectivos, que llegan a ser determinantes). La naturaleza y origen de tales decisiones hace que la responsabilidad de tratar que su contenidos sean los más adecuados y convenientes corresponde, del otro lado, a la Administración del Archipiélago, que con el ejercicio de sus competencias y aportando el mejor conocimiento local debe tomar participación anticipativa y proactiva (no a la defensiva) en la formula adecuada en cada caso, para lo cual es imprescindible generar la visión y la/s herramienta/s específicas para ello.
Detener la contaminación y vertidos de basuras de todo tipo. La condición imprescindible para que el futuro del Crecimiento Azul sostenible nos aporte todos sus beneficios potenciales, es asumir la responsabilidad propia, cuyo objetivo insoslayable es conseguir el «vertido cero” de todo tipo de contaminante, basura y cualquier sustancia. Es básicamente lamentable que existan vertidos al mar, pero absolutamente inaceptable que todavía algunos lo hagan sin tratamiento. Este objetivo es absolutamente propio y el único que legítima para poder influir con firmeza en los niveles de decisión más amplios.
Inversión público privada innovadora. Las necesidades de inversión qué hacen falta para poder conseguir la conservación ambiental marina y radicar en Canarias una parte significativa del crecimiento económico yel empleo que la Economía Azul sostenible genera, es muy importante, no solo en cantidad y origen (necesariamente concurrente público-privada), sino también en innovación, ya que no se trata solo de repetir casos y acciones de éxito contrastado, sino de abrir posibilidades derivadas de las actividades económicas emergentes y poner en valor la insularidad y la posición del Archipiélago en el Océano Atlántico.
Cuenta Satélite Azul. Al plantear las estrategias, acciones y proyectos que se ponen en marcha y derivados de cualquier reflexión sobre el futuro en el contexto del mar, deben ser observadas y medidos sus resultados generales particularmente también en el Crecimiento Azul, por tanto, debe conocerse su aportación a los indicadores económicos generales y básicos (PIB, VAB, empleo…) para dar impulso y hacer las correcciones que correspondan. En este caso la propia novedad en innovación sectorial tiene como consecuencia que la cuantificación no sea fácil, clara ni inmediata. En los últimos años se han iniciado ejercicios a distintos niveles como los informes de la Unión Europea y del CETECIMA. Estos documentos aportan información, cuantificación y análisis, pero no pretenden alcanzar el nivel de cuenta global del sector en base a la contabilidad pública, que debe ser la herramienta de seguimiento más precisa. La referencia más consolidada de este tipo es la “Cuenta Satélite del Mar” portuguesa, que además se extiende al nivel de regionalización en Azores y Madeira, lo que hace que el camino a seguir desde Canarias pueda ser más fácil rápido.
En la situación actual de esfuerzo por salir de la Pandemia, en un contexto de recursos abundantes, pero con un alto nivel de competitividad para su orientación a unos u otros territorios y fines, el Crecimiento Azul, enfocado sobre su imprescindible necesidad de equilibrio conservación/desarrollo económico, reúne todos los requisitos iniciales para que, teniendo en cuenta elementos como los señalados, se sitúe en la visión europea consensuada y en consecuencia pueda ser apoyado y desarrollado en Canarias.