Los impactos y consecuencias de la persistencia e intensificación de la Pandemia del Covid-19 en el ámbito global, debe ser permanentemente seguida y analizada, tanto desde la perspectiva de disminuir y paliar los daños en las personas y la economía, como desde la necesidad de tomar decisiones que propicien y aceleren la salida en todos los ámbitos. En el contexto de esta reflexión, del crecimiento económico y el empleo, desde la perspectiva de la Economía Azul.
Debe entenderse que cuando se analiza la salida de la crisis desde el punto de vista económico, de crecimiento, las cifras generales de contracción del PIB y pérdida de empleo, dan una imagen eficaz y certera de la situación, sin embargo, cuando se trata de diseñar las estrategias y acciones concretas para conseguirla, la mayor eficiencia se logra cuando se concretan y focalizan en cada una de las realidades específicas dónde se han de aplicar.
Es fácil de entender que la participación del Crecimiento Azul en la articulación de la salida de la crisis no tiene la misma importancia en la Comunidad Autónoma de La Rioja que en Canarias. Esta evidencia señala la importancia de ajustar lo mejor posible a cada realidad, las medidas por las que se ha de optar y donde cada agente decisor debe poner el énfasis de su trabajo. «El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia” puesto en marcha y financiado de forma extraordinaria por la UE, tiene dos ejes nítidamente señalados en sus documentos de referencia: El Crecimiento Verde y la Digitalización (Crecimiento 4.0). La cuestión crítica es cómo hacer que estos dos ejes sean centrales en la salida de la crisis en Canarias.
Es en esta tarea dónde se han de producir las concreciones y enfoques que lo hagan posible y es ahí donde una parte del Crecimiento Verde en Canarias será Crecimiento Azul y una parte de la Digitalización en Canarias será Industria 4.0 en el Sector Marino Marítimo.
Los estudiosos de los sistemas naturales saben que la estabilidad y supervivencia depende de la dimensión y la complejidad de cada uno de ellos. El sistema económico de Canarias está fuertemente necesitado de fortalecer ambos aspectos, de un lado la dimensión que tiene en el sector turístico, su eje central, qué es necesario cuidar e impulsar con decisión (y en este momento con un enfoque claro de emergencia) y de otro, la complejidad que se ha de concretar y conseguir mediante una estrategia de aprovechamiento de oportunidades y capacidades en otros sectores, tanto tradicionales como emergentes.
Con esta visión focalizamos el análisis en elementos de la Economía Azul que tienen estas características. Con anterioridad lo hicimos de la Reparación y la Construcción Naval como uno de los ejes de trabajo y lo haremos ahora sobre el entorno portuario (Puertos y Servicios portuarios junto a Transporte Marítimo, representan en términos agregados el 3,55 del PIB y el 3,38 del empleo regionales, según el documento “Informe de Actividad de la Economía Azul en Canarias 2019” del CETECIMA).
El sistema de puertos en Canarias es un conjunto de infraestructuras de gran potencia y potencial que está constituido por 28 puertos comerciales pertenecientes a la red de Puertos del Estado y de Puertos Canarios, existiendo además, un conjunto de Refugios Pesqueros y Marinas Deportivas que también forman parte de la visión amplia del sector portuario, pero que por su naturaleza requieren una aproximación específica.
Puertos del Estado publica mensualmente su «Resumen general del tráfico portuario» cuya última entrega disponible corresponde a septiembre de 2020 el cual utilizaremos como indicador de coyuntura actualizado. En este documento, se puede comprobar que el tráfico portuario general de todos los Puertos del, en lo que va de año, ha descendido un 10,67% respecto al mismo periodo del año anterior. Los datos conjuntos correspondientes a las Autoridades Portuarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, muestran un descenso interanual del 6,30%, mejor que el conjunto nacional, lo cual identifica esta actividad en Canarias como de gran resistencia (resiliencia) a esta crisis.
Este número global es consecuencia de la ponderación de los datos correspondientes a 26 tráficos diferenciados y del conjunto de todos los puertos sobre cada uno de los cuales la crisis ha afectado de forma diferente. Corresponde a los responsables de la gestión de cada uno de los puertos y sistemas portuarios trabajar por mejora e impulsar los tráficos específicos y el valor de cada uno de ellos, con y sin pandemia, no obstante, en el momento de impulsar la salida de la crisis deben identificarse las medidas y acciones que permitan impulsar y fortalecer el conjunto del sector.
El Crecimiento Verde ya está asumido en los entornos portuarios de forma generalizada, a lo que se ha de agregar ahora, la oportunidad de contribuir y tratar de ser referencia en el impulso del cambio de combustibles y de modos de operación de la flota mundial y así tomar parte del valor de su desarrollo.
La Digitalización, sin duda, deberá ser incorporada de forma rápida y eficaz, tanto en la propia actividad como en la relación con otros ámbitos que pueden ayudar a una mayor competitividad internacional en la captación de tráficos. Las gestiones administrativas generales, entre operadores específicos, de aduanas (en Canarias doble en muchos casos), de cumplimiento normativo y regulatorio, propio, nacional, europeo e internacional, como frontera sur de Europa, etc…
Así mismo, los puertos tienen y necesitan una interfaz con sus entornos municipales e insulares de una profundidad y consecuencias enormes, que van desde las planificaciones espaciales y funcionales con periodos de maduración y de efectos temporales muy largos, hasta medidas en lo cotidiano que afectan a cada puerto y a sus usuarios y operadores específicos.
Es claro aquí también señalar, que es imprescindible la cooperación interadministrativa en su mayor nivel, publico privada y social si se quiere radicar en Canarias una parte significativa del crecimiento económico y el empleo que se van a generar.
