Una Estrategia Energética de Exito.

Canarias7

En las últimas semanas ha venido circulando en la prensa internacional la noticia de la construcción de una isla energética en el mar del Norte, a 80 Km de la costa de Dinamarca. La información se hace eco de un comunicado del Gobierno danés que la enmarca dentro de los compromisos nacionales para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 70% respecto a los niveles de 1990.

La iniciativa se centra principalmente en la construcción de una “isla artificial» dónde se concentraría la producción eléctrica de cientos de generadores eólicos offshore situados en parques en torno a la isla, para alcanzar según la previsión inicial, 5 GW. Parte de la iniciativa, (aunque pasa más desapercibida) es la instalación de una infraestructura de las mismas características en la isla de Bornholm en el mar Báltico, la capacidad inicial prevista es superior a las necesidades nacionales de Dinamarca (estando previsto que pueda aumentar hasta 12GW), por lo que se plantea producir hidrogeno como base para nuevos combustibles y otras actividades industriales.

El comienzo de la construcción está previsto en 2026 y su terminación en torno al 2030, para que pueda contribuir al objetivo nacional danés  de reducción de emisiones, dedicando los próximos cinco años a la evaluación y prevención ambiental, el desarrollo técnico, los aspectos administrativos y acuerdos con las empresas privadas y otros países vecinos, con los que se pretende concertar este megaproyecto.

El total de la operación está valorado en más de 28.000 M€, el 51% de los cuales serán aportados por el Estado danés y el 49% restante por el sector privado que será convocado a concursar por su participación, señalando además el comunicado, que será un negocio muy lucrativo para el Estado y los inversores privados que participen.

Este conjunto de datos son de tal magnitud  técnica y económica que parecen señalar que justamente es la disponibilidad suficiente de estos  recursos lo que hace posible su realización. Esto no es cierto, sin lugar a duda, existe la tecnología y la capacidad de inversión privada lo mismo en Dinamarca que en Canarias, o en cualquier lugar del mundo donde las condiciones naturales del recurso sean suficientes.

Lo que ha hecho posible este proyecto de las “islas energéticas”, qué es realmente la clave de la noticia y  motivo del anuncio gubernamental danés, es el laborioso y complicado acuerdo político de ocho partidos, tanto del gobierno como de la oposición actuales, por el que se garantiza la estabilidad del desarrollo del proyecto en cualquier marco gubernamental futuro en Dinamarca, siendo el liderazgo gubernamental actual y la estabilidad del acuerdo de futuro lo que hace posible concentrar y movilizar la enorme cantidad de recursos económicos y técnicos necesarios.

Este ejercicio de determinación estratégica nacional y concertación público-privada se alinea perfectamente con la visión y estrategia europeas para la salida de la crisis, lo que permitirá a esta iniciativa danesa, su mejor aprovechamiento y un impulso adicional a su históricamente continuado crecimiento.

Puede ser de utilidad hacer el ejercicio de comparar la situación actual en Canarias con este ejercicio de referencia internacional (en lo que tiene de valor general), lo que dará oportunidad de evidenciar con mayor claridad, dónde se debería poner la atención y los esfuerzos para obtener un planteamiento de éxito similar  al danés en lo que sea posible.

Cómo es evidente, la primera información necesaria sería conocer la disponibilidad de recurso útil y sus condiciones: Las referencias generales señalan que por encima de las 2.700 horas/año de producción eficiente los emplazamientos son de valor suficiente para su explotación y en Canarias, como es cada vez más conocido, hay un amplio conjunto de lugares con más de 3.000 h/a  y muchos por encima de las 4.000h/a.

Es verdad que para la eólica pilotada en el fondo, las profundidades pequeñas lejos de la costa, han sido una ventaja única en el mar del Norte, que ha tenido como consecuencia un desarrollo de dimensiones extraordinarias, pero para la eólica flotante, las profundidades altas cerca de la costa (como es característico en Canarias), son las posiciones privilegiadas para su desarrollo, si además se añaden la existencias de potencialidades adicionales compatibles y sinérgicas, como son: La cantidad y calidad del recurso fotovoltaico de aprovechamiento flotante, las  condiciones inmejorables para la acuicultura offshore de algunas especies valoradas en los mercados y la compatibilidad con las practicas pesqueras locales, dan un conjunto sustancialmente ventajoso de partida.

En particular, por más estudiado y conocido, en Gran Canaria se reúnen todas estas características concentradas de forma espectacular, que además, pueden ser favorecidas e impulsadas adicionalmente por capacidades y posibilidades concurrentes como son: El desarrollo del proyecto Chira/Soria, la interconexión eléctrica entre Gran Canaria, Fuerteventura y Tenerife (técnica y económicamente posibles, pero pendientes todavía de ser incluidas en la planificación) y la generación a partir de las olas, que aportará en el futuro recursos adicionales de producción, estabilidad y predictibilidad al sistema (la incorporación se está retrasando debido a la dificultad y costes de su desarrollo en relación a la eólica y fotovoltaica flotantes).

Además, la iniciativa privada nacional e internacional están dando muestras inequívocas de su disponibilidad, capacidad y determinación a participar en el desarrollo técnico y económico de este potencial.

Con todos estos elementos que son meridianamente claros, lo que hace falta es que los responsables de todas las administraciones competentes, hagan el trabajo que les corresponde y no puede (ni debe) ser hecho por la iniciativa privada:

Elaborar y definir los objetivos, (probablemente la parte más fácil), que enunciados de una u otra manera son: Autosuficiencia energética eficiente (precios mínimos de mercado internacional), incluyendo la actividad turística y su transporte, 100% libre de emisiones, y el desarrollo de una industria ligada a la generación de hidrogeno y sus múltiples aplicaciones a partir de agua de mar.

Establecer una estrategia y un plan claros con hitos verificables, fijando cual debe ser el conjunto de recursos públicos y privados que deben ser movilizados y con qué reglas, aprovechando en este momento el alineamiento con la estrategia europea que podría atraer recursos importantes a este fin.

Y lo que es más importante y critico (como señala la “noticia” del Gobierno danés), hacerlo mediante un acuerdo estable en el tiempo. Allí lo han hecho entre ocho grupos políticos, aquí que son menos “debería ser más fácil”.

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